En Haití, cientos de desplazados han comenzado a regresar a sus hogares en Puerto Príncipe después de que el líder pandillero Jimmy Cherisier, alias Barbecue, anunciara el retiro parcial de sus hombres de varios barrios de la capital.
Familias enteras volvieron a zonas como Delmas, Solino y Nazon, pero muchas encontraron sus casas incendiadas, saqueadas o reducidas a escombros. Pese a la devastación y la falta de servicios básicos, algunos prefieren quedarse antes que regresar a los campamentos humanitarios.
La ONU estima que más de un millón de haitianos viven desplazados internos, en un país donde el 90% de la capital está bajo control de bandas. La Policía Nacional, con apoyo internacional liderado por Kenia, intensifica sus operaciones en medio de una de las peores crisis humanitarias del Caribe.
-EFE-