En Brasil, la cifra de muertos por la operación policial más sangrienta en la historia de Río de Janeiro ascendió a 132 personas, según la Defensoría Pública del estado.
La redada, dirigida contra la banda Comando Vermelho, dejó también cuatro policías fallecidos y provocó escenas de dolor en la favela de Penha, donde decenas de cuerpos fueron alineados en las calles.
El gobernador Claudio Castro defendió el operativo, asegurando que los muertos eran delincuentes, mientras organizaciones civiles y la ONU pidieron una investigación urgente por el alto número de víctimas.
La tragedia ocurre a pocos días de que Río sea sede de eventos internacionales previos a la cumbre climática COP30, aumentando la presión sobre el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien aún no se ha pronunciado sobre el caso.
-EL SOL DE MÉXICO-