La Cámara de Diputados aprobó en lo general la nueva Ley General de Aguas, con 328 votos a favor y 131 en contra. La reforma redefine la gestión del recurso en México al reconocer el agua como bien estratégico y ya no como mercancía.
El Estado será la única autoridad para otorgar concesiones, eliminando su compra y venta entre particulares y creando un Registro Público del Agua y un Fondo de Reserva para comunidades sin acceso. También se cancelarán concesiones acaparadas o sin uso y se endurecen sanciones por robo de agua.
Agricultores del norte advierten incertidumbre por la prohibición de transferir concesiones, aunque Conagua asegura que herencias y venta de tierras seguirán permitidas.
El titular de Conagua afirma que se combate el mercado negro, mientras que la presidenta Sheinbaum señala que la reforma es necesaria para “poner orden” ante abusos históricos.
-LÓPEZ DÓRIGA DIGITAL-