A las 7:19 horas del 19 de septiembre de 1985 Porfirio Calleja limpiaba la antena de la Torre Latinoamericana, un edificio de 44 pisos de la capital mexicana, cuando un terremoto devastó la ciudad. Han pasado 30 años desde entonces y México recuerda la fecha con diversas actividades.
"Creí que me iba a morir. La torre se hacía de un lado para otro, los edificios se caían, la gente gritaba. Yo me agarraba de la antena con todas mis fuerzas, rezaba, pensaba en mi familia", contó a dpa Calleja hace unos años cuando el edificio, que durante varios lustros fue el más alto de América Latina, celebró su cincuentenario.
Aquella mañana de 1985 un sismo de magnitud 8.1 en la escala de Richter sorprendió a millones de mexicanos que, como Calleja, fueron testigos de una tragedia que dejó más de 6,000 muertos, según cifras oficiales, y al menos 1,.000 según otras estimaciones.
Como un homenaje a las víctimas, a los sobrevivientes y a los héroes anónimos, desde hace varios días en México se celebran exposiciones, presentaciones de libros, charlas y hasta el estreno mundial de una pieza sinfónica, además de simulacros de sismo que se realizarán el sábado, cuando se cumple el aniversario.
En un emblemático concierto, el viernes Plácido Domingo dirigirá a la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México en la Plaza de las Tres Culturas, precisamente frente a los edificios multifamiliares de Tlatelolco, donde en 1985 se derrumbaron dos torres.
En uno de ellos, el Nuevo León, perecieron cuatro familiares del tenor español, que entonces se sumó a decenas de voluntarios y rescatistas en busca de sobrevivientes de ese sismo y de una fuerte réplica que ocurrió la noche del día siguiente. Domingo interpretará el Réquiem de Verdi en honor de los fallecidos.
Hace unos días en el Palacio de Bellas Artes tuvo lugar el estreno mundial de la obra "Magnitud 8,1", del compositor Alexis Aranda, interpretada por la Orquesta Sinfónica Nacional bajo la batuta de Carlos Miguel Prieto.
El dolor y las secuelas del terremoto han sido evocados también con la apertura de muestras como "Sismos de 1985 en la memoria de México" en las rejas del Bosque de Chapultepec y "Nuestro terremoto" en el Museo Archivo de la Fotografía, así como "19/09/1985 7:19" y "Réplicas" en el Museo de la Ciudad de México.
Otra exposición es "Los días del terremoto", conformada por fotos, textos y dibujos que se exponen en las instalaciones de El Museo del Estanquillo, creado con la colección del fallecido escritor Carlos Monsiváis, uno de los principales cronistas del siniestro y autor de "No sin nosotros. Los días del terremoto. 1985-2005".
La literatura también forma parte del aniversario. Por ello el 30 de septiembre se presentará el libro "07:19. A treinta años del terremoto en la Ciudad de México". Sus páginas contienen imágenes periodísticas de la catástrofe, junto con escritos de Juan Villoro, Fabrizio Mejía Madrid, Ulises Castellanos y Elena Poniatowska, autora de "Nada, nadie. Las voces del temblor", publicado en 1988.
Poniatowska, Premio Cervantes 2013, participará en una serie de charlas que evocan el sismo desde diversos ángulos y recibirá el Premio Ángel de la Ciudad, que otorgará por primera vez la alcaldía de Ciudad de México a escritores, periodistas y activistas que se solidarizaron con las víctimas.
Otros personajes que recibirán el reconocimiento son Plácido Domingo, Evangelina Corona, líder de las costureras de una fábrica derrumbada, Genaro Francisco Javier del Razo Aguirre, fundador de la brigada de rescate Topos, y de manera póstuma el escritor Carlos Monsiváis y el periodista Jacobo Zabludovsky.
En diversas ciudades de México, un país aquejado por constantes movimientos telúricos, se realizarán grandes simulacros el 19 de septiembre.
En la capital mexicana, el Centro Nacional de las Artes, un complejo arquitectónico con edificios creados por arquitectos como Ricardo Legorreta y Teodoro González de León, será escenario de una simulación sísmica que incluye el colapso imaginario de dos grandes teatros con la participación de rescatistas, paramédicos y presuntos heridos.
Mientras, en la dramaturgia se narran otras historias alusivas al terremoto con montajes como "Costureras víctimas del temblor de 1985", de Gabriela Orozco, y "No corro, no grito, no empujo", que enseña a los niños de la actualidad cómo actuar ante un sismo.
Como parte de la tradición mexicana del Día de Muertos, el 1 y 2 de noviembre se montarán ofrendas florales en la capital mexicana como tributo a aquellos que perdieron la vida aquella mañana de 1985. Una de ellas será de la autoría del artista Felipe Ehrenberg en la Plaza del Zócalo.
(Vanguardia)