Francisco González Carrasco, por las comisiones unidas de Educación y Cultura y Especial para los Festejos del Bicentenario de la Revolución, fue quien presentó la iniciativa de decreto.
En los argumentos de los iniciadores se refirió que Manuel Ojinaga fue influenciado en su vocación al ser uno de los huérfanos de las guerras apaches de 1800’s, quedando al cuidado de su madre quien le inculcó la responsabilidad cívica; al terminar su educación primaria en el poblado de Valle de Allende se trasladó a Chihuahua donde obtuvo empleo como escribiente de la Contaduría Mayor de Hacienda.
Continuó sus estudios en el Instituto Científico y Literario y en la Escuela de Minería en la ciudad de México, regresa a Chihuahua y en Parral forma parte de la Junta Patriótica, que ensalzaba el ánimo nacionalista ante la invasión del imperio francés en México.
Cuando las tropas invasoras llegan se enlista en el Ejército y poco después es nombrado jefe de batallón primero, dirige la primera batalla contra los franceses y una vez instalado como Presidente, Benito Juárez lo nombra general de brigada y gobernador del estado, el 2 de diciembre de 1865 resultó emboscado por las tropas imperiales, y solo, fue herido de bala y murió dos horas después.
Juárez ordena después el 3 de octubre, que el poblado de Presidio del Norte cambiara de nombre en su honor, ciudad que hoy se conoce como Ojinaga.