Irina Shayk fue anoche en el Gran Palais de Paris el centro de atención de todas las miradas.
Al habitual magnetismo que ofrece la modelo rusa, por su estilo e inigualable belleza, se sumaba la posibilidad de constatar el rumor del embarazo. Lo que provocó que curiosos y habituales del mundo de la moda no se perdieran su entrada por la pasarela.
Se especulaba últimamente con la posibilidad de que la expareja de Cristiano Ronaldo podría esperar su primer hijo con el actor Bradley Cooper. Noticia que todavía no ha sido confirmada de forma oficial.
A tenor de los dos modelos mostrados anoche, y donde de manera estudiada no se mostraba su cintura, dicho bulo se ha terminado convirtiendo en noticia.
Además, durante la fiesta posterior, la modelo lució un traje ancho que alimentó definitivamente las sospechas de un posible embarazo.
(Goal)