Varios países de América, especialmente Chile y Colombia, se están planteando reformar por ley la extensión de la jornada laboral, que en algunos lugares como México alcanza extenuantes nueve o diez horas diarias.
En especial en las grandes capitales, que concentran la mayor parte de la población, donde a las ocho o nueve horas laborales se suman una o dos para comer, y normalmente dos más para desplazarse al lugar de trabajo y volver a casa.
Si a ello se añade la necesidad de dormir al menos seis horas, como recomiendan los expertos de la salud, el resultado es que para los trabajadores americanos apenas quedan seis horas para ayudar a los hijos en las tareas, compartir con sus parejas, ir al supermercado, cocinar, ir al cine o cualquier otra actividad personal o de ocio.
Significativo y representativo es el caso de México, uno de los países del mundo donde más horas se trabajan al año, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
(ARISTEGUI NOTICIAS)