Diez personas murieron y 33 permanecen desaparecidas tras inundaciones repentinas provocadas por lluvias torrenciales en la provincia de Gansu, al noroeste de China. Según los medios chinos, las tormentas comenzaron el 7 de agosto y causaron crecidas súbitas que devastaron varias comunidades.
El presidente Xi Jinping ordenó un “empeño absoluto” en las labores de búsqueda y rescate, y pidió a todas las regiones del país redoblar esfuerzos para prevenir desastres ante el aumento de fenómenos meteorológicos extremos.
Videos difundidos en la red social Weibo muestran a bomberos guiando a habitantes a través de aguas grises y turbulentas en zonas rurales afectadas.
-AFP-