Cada película tiene el poder de cambiar la forma en que vemos a los héroes en pantalla, y Chris Pratt lo hizo de manera muy especial. Antes de su papel como Star-Lord en Guardianes de la Galaxia, los protagonistas de acción solían ser serios, oscuros y llenos de dramatismo.
Pratt irrumpió con un estilo fresco, divertido y carismático, mostrando que un héroe podía tener humor, fallar y seguir siendo impresionante.
Glen Powell reconoce que ese cambio abrió nuevas puertas para los actores, permitiéndoles explorar personajes más ligeros y llenos de personalidad sin perder fuerza en la pantalla.
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