El Oktoberfest de Múnich, la mayor fiesta de la cerveza del mundo, fue cerrado temporalmente este miércoles por una alerta de explosivos. La decisión se tomó tras un incendio y varias explosiones en una vivienda del norte de la ciudad, donde un hombre alemán de 57 años, implicado en una disputa familiar, se suicidó después de detonar un artefacto.
En el lugar resultaron heridas su madre, de 81 años, y su hija de 21, de nacionalidad germano-brasileña. La policía halló una carta con amenazas relacionadas con el Oktoberfest y desplegó 25 perros rastreadores y más de 700 agentes en el recinto de la Theresienwiese.
Las autoridades mantienen cerrado el festival, visitado cada día por decenas de miles de personas, hasta descartar cualquier riesgo.
-EFE-