Sin interacciones con el público en inglés o español, ni proyección de animaciones y pantallas más que las laterales del recinto ajustadas en blanco y negro; la banda islandesa de post-rock, con elementos de shoegaze y minimalismo, Sigur Rós deleitó sus fans con su concierto acompañados por una orquesta de 41 músicos en su primer noche de dos que además fue sold out.
(milenio)