España y Marruecos dieron por concluido el proceso de apertura de las aduanas comerciales en Ceuta y Melilla, un compromiso asumido desde 2022 y que ambos gobiernos consideran ahora plenamente operativo.
Sin embargo, en esta nueva fase de la relación bilateral quedaron fuera dos asuntos especialmente delicados: la delimitación de las aguas territoriales frente a Canarias y la gestión del espacio aéreo del Sáhara Occidental, temas que generan tensiones y sobre los que no se anunciaron avances.
Pese a estas omisiones, Madrid y Rabat recalcaron su intención de mantener un diálogo estable y avanzar en cooperación económica y fronteriza, mientras continúan pendientes los temas clave relacionados con el Sáhara.
-EUROPA PRESS-