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Manuel Camacho Solís, un negociador que quiso ser presidente de México

Aunque Manuel Camacho Solís se desempeñó en diversos puestos políticos de alto nivel, nunca alcanzó su máxima aspiración personal: ser presidente de México.





05 de Junio de 2015 a las 09:32 hrs -- Centinela Digital
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anciller, regente del Distrito Federal, comisionado para la paz en Chiapas y legislador federal, Camacho Solís —quien murió este viernes a los 69 años— vio cerca esa posibilidad en 1994, cuando buscó ser candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Sin embargo, la dirigencia priista y Carlos Salinas de Gortari se inclinaron por apoyar la candidatura de Luis Donaldo Colosio —sustituido por Ernesto Zedillo luego de su asesinato—, un hecho del que Camacho Solís afirmaba haber obtenido lecciones y tras el cual explotó sus capacidades como negociador fuera de las filas del priismo.

"Soy un político afortunado: perdí, pero conservo la posibilidad de que me tomen en cuenta", dijo en 1996 a la revista Expansión.

"He aprendido de la derrota", insistió 18 años más tarde en entrevista en Milenio TV al hablar del episodio de 1994, que algunos analistas consideran el punto que marcó su ruptura con el entonces presidente Salinas.

Seis años después, en el 2000, logró competir por la presidencia por el ahora extinto Partido de Centro Democrático (PCD), pero apenas obtuvo 0.55% de los votos de la contienda, en la que el PRI perdió el poder por primera vez frente a Vicente Fox, del Partido Acción Nacional (PAN).

El mediador

Entre sus cargos políticos y de gobierno, la negociación fue una habilidad clave para Camacho Solís.

"(Soy) alguien que ha vivido con enorme intensidad la política. Me ha tocado vivir las crisis más importantes del país de los últimos 40 años y en cada una de ellas (intento) tratar de aportar algo para una salida constructiva", dijo en 2012 a ADNPolítico.com.

En 1985, por ejemplo, fue el encargado de negociar con movimientos sociales en el proceso de reconstrucción de la Ciudad de México tras el terremoto de septiembre de ese año.

Después, luego de la cuestionada elección de Salinas como presidente en 1988, encabezó las negociaciones con la oposición por los reclamos de fraude.

Más adelante, en 1994, tras el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en Chiapas, Camacho Solís pidió al presidente Salinas de Gortari la oportunidad de negociar la paz con la guerrilla. En esa tarea, en la que afirmaba haber puesto en riesgo su vida, contribuyó a la tranquilidad del movimiento.

Ya fuera del PRI, fue adoptado políticamente por la izquierda. Fue diputado federal por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) de 2003 a 2006, y posteriormente encabezó dos esfuerzos por unificar a las fuerzas políticas de esta tendencia: el Frente Amplio Progresista (FAP) en 2007 y el Diálogo para la Reconstrucción de México (DIA) en 2009.

Fue por esas fechas que Camacho Solís —según sus palabras— encaró la muerte tras contraer influenza A H1N1, por la que fue hospitalizado. En abril de ese año, la enfermedad puso a México en emergencia y en todo el mundo provocó unos 18,000 fallecimientos.

Revivido por la izquierda

En 2012, llegó al Senado de la República de nuevo abanderado por la coalición de izquierda. El propio Camacho Solís dijo a ADNPolítico.com que el experredista Andrés Manuel López Obrador lo había propuesto para el cargo legislativo, con el empuje de Marcelo Ebrard, el visto bueno de las principales corrientes del PRD y la simpatía de los otros dos partidos de la coalición.

Camacho Solís fue mentor y aliado político de Ebrard —exjefe de gobierno del Distrito Federal y aspirante presidencial de la izquierda—, a quien calificó como "el mejor gobernante en México" en su momento.

Su reforma prioritaria como senador, afirmó, sería la de seguridad para enfrentar la crisis de violencia en el país.

"El objetivo más importante debería ser pacificar a México, y eso quiere decir cambiar la dirección de la política de seguridad hacia un respeto al Estado de derecho", indicó al inicio de la Legislatura.

Pero las primeras reformas de este mandato fueron las impulsadas por el gobierno del priista Enrique Peña Nieto, de las cuales ninguna tuvo que ver con el ámbito de la seguridad.

Con esta trayectoria en perspectiva, fracasos incluidos, Camacho Solís decía tener la satisfacción de que los mexicanos lo respetan "más que lo que puede esperar un político".

Una gran trayectoria

El excolaborador de Salinas de Gortari, fue secretario de Desarrollo Urbano y Ecología (1986-1988), jefe del Departamento del Distrito Federal (1988-1993), canciller (1993-1994) y coordinador para el Diálogo y la Reconciliación en Chiapas (1994).

Como legislador, ocupó una curul de diputado federal por el PRD de 2003 a 2006, y fue electo para un escaño de senador por el mismo partido para el periodo 2012-2018.

Fue militante del PRI durante 30 años (1965-1995). En 1999, fundó el PCD, que participó en las elecciones del año 2000 sin éxito en mantener el registro. Posteriormente, participó en la izquierda como integrante de la Comisión Política del FAP —coalición legislativa entre el PRD, el Partido del Trabajo (PT) y Convergencia (ahora Movimiento Ciudadano)— y como coordinador del movimiento político-electoral DIA.

En su faceta de académico, fue profesor investigador de El Colegio de México (1973-1981).




(CNN México)